Enclavado al final del Paseo de la Isla, este moderno restaurante de comida tradicional ofrece una tortilla que recuerda a las de madre o abuela: hecha en sartén grande, no muy gruesa, jugosa y no muy hecha. En esta ocasión el pan que la acompaña es de hogaza de pueblo. Los pinchos no son muy grandes, el precio estándar. No dejes de probarla, ¡sentirás que has vuelto a la infancia!
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